El juez federal Norberto Oyarbide se declaró incompetente en el caso que se investiga la denuncia sobre un funcionario del Gobierno interesado en quedarse con el control de la empresa Ciccone Calcográfica, en quiebra.

En la causa se denuncia a Alejandro Vandenbroele, la cara visible del grupo económico que, presuntamente, se quedó con el control de Ciccone, y presunto amigo del vicepresidente Amado Boudou.

Por Continental, el fiscal Carlos Rívolo consignó que trabaja “sobre dos hipótesis: la posible incompatibilidad de la función pública y lavado de dinero”.

En La Mañana, negó haber evitado recibir a Vandenbroele. “Nadie me notificó sobre la presencia del director de la compañía Valores Sudamericana. También descartó que sea “inminente” el inicio de una causa judicial, “debido a la cantidad de documentos que se deben analizar”.