El juez Martín Lozada, quien investiga los crímenes de dos jóvenes durante los enfrentamientos entre civiles y policías tras el asesinato de Diego Bonefoi, fue apartado de la causa por la Sala Segunda del Crimen de Bariloche. Nicolás Carrasco, de dieciséis años, y Sergio Cárdenas, de veintinueve, fueron asesinados el 17 de junio del año pasado con disparos de escopeta con postas de acero, en el marco de los enfrentamientos entre jóvenes y policías producidos tras el crimen de Bonefoi, atribuido judicialmente al cabo de la policía Sergio Colombil.

Con el apartamiento de Lozada, el tribunal hizo lugar a un planteo de Mario Altuna, abogado defensor de los policías investigados, quien había acusado al juez de tener una manifiesta "enemistad" con la policía. Además de apartar a Lozada, la Cámara Segunda resolvió anular las convocatorias a indagatorias de los funcionarios.

Es la segunda vez que la Cámara Segunda aparta a Lozada en causas relacionadas entre sí, ya que el año pasado hizo lo mismo con el caso de Bonefoi, cuya instrucción fue derivada al juez Miguel Angel Gaimaro Pozzi, quien la elevó a juicio y el proceso comenzó la semana pasada. La abogada que representa a los familiares de los fallecidos, Lucrecia Ranzini, expresó su indignación con la decisión judicial, que, adujo, "afecta el principio del juez natural" y que "está basada en una cuestión procesal, que no justifica el apartamiento. La motivación es claramente política, ideológica. Lozada es un juez que actúa en base a los derechos humanos y es garantista, lo que evidentemente molesta a muchos sectores en la justicia", denunció.