El juez de la causa, Mario Carroza, ratificó que el lunes 8 de abril cuando se realizará la exhumación del cadáver de Pablo Neruda, en el marco de la investigación para saber si murió de cáncer, como se creía hasta ahora, o si fue envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Los trabajos preparatorios podrían empezar 48 horas antes, el sábado 6 de abril, en la casa museo de Isla Negra, a unos 125 kilómetros al oeste de Santiago de Chile, en cuyo jardín reposan los restos del Nobel de Literatura de 1971.

"Es una diligencia que el tribunal toma con mucha seriedad y mucho respeto. Creo que es trascendental", declaró a los periodistas el juez Carroza, quien dijo que "hay confianza en el sentido de que se puede aclarar la causa de muerte de Neruda".

El magistrado se reunió con expertos del Servicio Médico Legal (SML), de la Universidad de Chile y del Comité Internacional de la Cruz Roja, y con dos sobrinos del poeta, Rodolfo y Bernardo Reyes.

El director del SML, Patricio Bustos, explicó que los peritajes pretenden determinar el avance del cáncer de próstata que Neruda padecía en el momento de su muerte y también poder analizar si hay presencia de sustancias tóxicas en sus restos.

Manuel Araya, chofer de Neruda, aseguró que al poeta le fue inoculada una inyección con veneno. "Lo que vi, lo que denuncie, fue que el 23 de septiembre de 1973, a Neruda le inocularon una inyección en el estómago, cerca del corazón", confió a Radio Continental.