La llegada de los peregrinos en micros hizo colapsar hoy las vías de acceso a la ciudad de Río de Janeiro, en las horas previas del arribo del papa Francisco para presidir la Jornada Mundial de la Juventud.

Largas filas de ómnibus detenidos podían observarse esta mañana en el puente sobre el río Niteroi, que une a este distrito con la ciudad carioca y que tiene 13 kilómetros de extensión.

Entre los afectados por este problema de tránsito están los ocho micros que salieron el viernes por la noche de la catedral porteña.

“Estamos totalmente parados, no avanzamos. Cansados del viaje, pero con mucha esperanza, tenemos ansias de llegar y ver al Papa”, dijo el sacerdote Mario Miceli, que coordina ese grupo.