Un grupo de desconocidos atacó este lunes a balazos la oficina del primer ministro griego, Antonis Samarás, en la sede ateniense de su partido, el conservador Nueva Democracia.

Los agresores dispararon a la madrugada nueve tiros con fusiles de asalto Kalashnikof contra el segundo piso del edificio partidario, donde se encuentra la oficina del premier, informó a la prensa el vocero del gobierno, Simos Kedikoglu. No hubo víctimas, pero un proyectil fue localizado en el interior del despacho de Samarás y otro en el techo del edificio.

Esta nueva agresión se suma a una serie de actos violentos contra periodistas, bancos y dependencias de los partidos del gobierno, los que han provocado una creciente tensión entre las autoridades y el principal partido de la oposición, el izquierdista Syriza, al que Samarás acusa de fomentar un clima antisistema.

"Tomar parientes de políticos como blancos y disparar contra el despacho del primer ministro son actos sin precedentes. Hay un intento de aterrorizar a la sociedad", declaró el portavoz del gobierno, Simos Kedíkoglu.

"Todo tipo de violencia debe ser condenado. Aunque Alexis Tsipras (líder de Syriza) lo haya hecho claramente hace unos días, no todos los parlamentarios de Syriza lo hacen", subrayó.

El portavoz de Syriza, Panis Skurletis, recalcó que su partido condena sin distinción el incremento de la violencia. "Pero es peligrosa también la estrategia de Nueva Democracia de responsabilizar a Syriza de estos actos, creando un clima de guerra civil", aclaró.

Por su parte, el partido socialista Pasok, que forma parte del gobierno, dijo en un comunicado que "el ataque a la sede de Nueva Democracia con métodos propios del crimen organizado demuestra que hay gente que amenaza la democracia".

A su vez, Andreas Papadópulos, portavoz de la izquierda moderada Dimar, que también integra el gobierno, sostuvo que toda "violencia es fascismo y todas las fuerzas políticas deben condenarla sin ambigüedad".

La serie de actos violentos comenzó en la madrugada del viernes con el ataque coordinado con bombas caseras contra las viviendas de cinco conocidos periodistas.

En la madrugada del sábado los blancos fueron dos locales de Nueva Democracia, uno del partido socialista Pasok y dos cajeros de bancos en barrios de la periferia de Atenas. También fueron incendiados varios cajeros en distintos puntos de la capital.

En la madrugada del domingo desconocidos rompieron los cristales en la entrada del domicilio del hermano del portavoz del gobierno, mientras bombas caseras causaban daños en una dependencia de Nueva Democracia, y en una oficina de la empresa pública de electricidad, DEI.