Desde hace tiempo, gane o pierda, Boca no convence con su juego. Pocos de los habituales titulares tienen sus puestos garantizados en base a su rendimiento y por eso, aquellos que no tienen tantas oportunidades de mostrarse, están expectantes de una chance que los coloque en el primer equipo. Este miércoles el Xeneize enfrentará a Claypole desde las 21.30 en el estadio de Lanús por los 32avos de final de la Copa Argentina, con el objetivo de encontrar algo más que la clasificación.

Cuando el rendimiento colectivo se pone en duda, no tardan demasiado en cuestionarse los niveles individuales que alguna vez sostuvieron la falta de juego en conjunto. En Boca existen varios puestos sin dueño: el lateral derecho, el acompañante del volante central, el extremo por derecha y el centrodelantero, por ejemplo. Por eso, esta oportunidad será adecuada para que algunos, como Nicolás Capaldo, se afiancen en un lugar de la cancha o para que otros, como el joven Luis Vázquez, que jugará por primera vez como titular, se ganen un lugar en la consideración de Miguel Ángel Russo.

Las lesiones de Carlos Izquierdoz y de Eduardo Salvio, por otro lado, en el partido ante Sarmiento de Junín, obligan al entrenador a buscar alternativas. En el caso del ex Benfica, la ruptura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, no solo fuerza al técnico a buscarle un reemplazo para este partido, sino de acá a varios meses por delante. Si bien el último fin de semana, quien ingresó a jugar en ese lugar fue Agustín Obando, en este caso volvería a tener su oportunidad el juvenil Exequiel Zeballos, una de las grandes promesas de Boca, de buen pasado por selecciones juveniles, que tiene tan solo 18 años.

Del otro lado estará Claypole, equipo de reciente ascenso a la Primera C, que nunca en sus 97 años de historia se ha enfrentado a Boca. Como siempre, la Copa Argentina genera la oportunidad de enfrentamientos que parecen a priori muy dispares, pero que suelen equilibrarse en la cancha. Y, además, permite conocer historias de vida increíbles, como la del arquero Leandro Romero Quiroz, quien llegó a entrenar con el primer equipo de Racing, bajo la sombra de Sergio “Chiquito” Romero, o la de Juan Cruz Iglesias, una de las figuras del equipo, que llegó a entrenarse en las divisiones inferiores del Barcelona a sus 12 años.

Para la institución del partido de Almirante Brown será una oportunidad única desde varios puntos de vista. Por ejemplo, desde lo económico, ya que el club aprovechará para tener sponsors diversos en la camiseta prácticamente de cada jugador: uno por línea, otro en la casaca del capitán, uno distinto para los suplentes y uno especial para el cuerpo técnico.

Si bien en presupuestos no hay equivalencias, el torneo tiene un sinfín de batacazos en su haber y por eso, el entrenador del Tambero, Roque Drago, se anima a soñar. “Boca no tiene juego, y por los costados sufre, sobre todo a la espalda del tres”, afirmó en diálogo con “Fútbol Continental”. Sin embargo, aclaró que su equipo no jugará con la misma postura con la que lo hace en el ascenso: “No vamos a salir a atacar y atacar porque nos podemos comer un baile. No vamos a ser tan tontos de suicidarnos”.

Para ambos es una oportunidad. En el caso de Claypole, con una institución entera detrás de una ilusión. Por el lado de Boca, con varios jóvenes que pujan por ganarse un puesto. Desde las 20 será transmisión de todo el equipo de “Somos Boca” por Radio Continental.