España se fue eliminada en octavos de final de la Copa del Mundo, tal vez sorpresivamente, por el novato en estas instancias Marruecos, que si bien juega un fútbol correcto, con mucho entusiasmo, es una selección de bajo nivel.

La eliminación de la Roja que ayer jugó de celeste, marca el fin de una era, de un fútbol anodino, sin profundidad ni velocidad, acorde a los tiempos que corren, que en realidad llegó a su fin hace 10 años. España juega, como se jugaba hace 10 años.

La Selección ibérica, siempre caracterizada como “la Furia” por su esfuerzo y trajín dentro del campo de juego, adquirió desde mediados de los 2000, y le dio resultados extraordinarios cuando ganó el Mundial de 2010 esta misma forma de jugar. Su estilo futbolistico en realidad, nació del extraordinario desempeño del Barcelona de Pep Guardiola que lideró en la cancha Lionel Messi.

Pero ese fútbol ya pasó. El deporte cambió de dinámica, el juego es mucho más directo, veloz y profundo. Los pases laterales a ritmo cansino ya no generan efectos, cualquier equipo medianamente organizado anula esos circuitos, está atento a recuperar lejos de su área con presión basada en el esfuerzo físico, y cuando lo hace, sale rápidamente con contragolpes punzantes.

Así lo hizo Marruecos, que, salvo por el final del alargue, debió ser el ganador si había alguno dentro de los 90 minutos, porque tuvo todas las acciones de riesgo a su favor. 

De hecho, hace tiempo que el fundador del estilo ya no juega de esa forma. Guardiola, migró del Barcelona al Bayern de Munich, y ya  en Alemania empezó a variar su forma de jugar. Mucho más en su actualidad en el Manchester City.

El equipo de Pep, mixtura el buen trato de balón, con ataques punzantes y pases directos y filtrados, juega un fútbol moderno, de estos tiempos, se acabó el tiki tiki. Pero España no lo entendió, los estilos no son eternos, el deporte cambia, los entrenadores encuentran los modos de anular determinado tipo de juego y hay que ensayar otro.

Un día se acabaron los equipos que jugaban con línea de 5 delanteros. Un día, dejaron de ser eficientes los stoppers, con los que por ejemplo, la Argentina de Carlos Bilardo salió campeona del Mundo en 1986.

Por eso, el juego muta, evoluciona, crece, varía, busca alternativas. España lo terminó de aprender ayer, cuando una humide selección la dejó afuera del Mundial en octavos de final y marcó la definitiva extinción de un estilo de juego que se empecinaron en mantener cuando ya no era viable.