Los teóricos de la conspiración que abundan en todas las áreas, le adjudican a España haber perdido adrede con Japón, con el doble fin de eliminar a Alemania, y tener un camino mas allanado a las semifinales de la Copa del Mundo.

Es cierto. Para el momento en que España enfrentó a los japoneses, ya sabía como había quedado configurado el Grupo F, en el que Marruercos fue el líder y enfrentaría al segundo del Grupo E, precisamente el de España. De ganar el grupo el rival hubiese sido Croacia.

Si España se impusiese a Marruecos en octavos, debería en cuartos jugar contra el ganador de Portugal y el segundo del grupo de Brasil, es decir, evitaría a los grandes candidatos hasta semifinales.

Sin embargo, adjudicarle el resultado con Japón a una estrategia calculada, es un poco disparatado. Primero porque España empezó ganando el partido. Nadie que quiere perder empieza ganando. Por otro lado, el segundo gol de Japón es un gol de VAR, pudo no cobrarse y hubiesen empatado.

Pero además, cuando España ya estaba en desventaja, Costa Rica se puso 2 a 1 arriba de Alemania, y en ese momento, los ibéricos se estaban quedando afuera del Mundial. Nadie corre semejantes riesgos, dependiendo de otros resultados a propósito, para no quedarse afuera. 

A España lo benefició la fortuna y la ya evidentemente casual goleada 7 a 0 del partido de apertura del grupo contra los costarricenses. Y habrá que ver hasta donde. Jugando como lo esta haciendo, Marruecos es un rival de riesgo, y Portugal, de altísimo riesgo.