Jugó aquella mítica final entre River y Boca en Madrid, lo hizo bien, pero después, Marcelo Gallardo entendió que todavía no era su momento y tuvo que “comer” banco. Casi un año. Pero Rafael Borré decidió irse y el “Muñeco” tuvo que recurrir a aquel pibe que se esforzó en el Bernabeu la tarde de gloria.