El clásico Británico tuvo lugar por primera vez en una Copa del Mundo, y se lo llevó Inglaterra, que cumplió con la triple G del fútbol, ganó, gustó y goleó, ante una deslucida Gales que para tener esperanzas de pasar a octavos de final debía ganar y esperar un resultado favorable del otro encuentro entre Estados Unidos e Irán, que igualmente no llegaría. De esta manera Inglaterra se quedó con el primer puesto del Grupo B y ya conoce a su rival, Senegal, segundo del Grupo A; mientras que Estados Unidos clasificó a los octavos de final como segundo del Grupo B, y se medirá en la siguiente fase con Países Bajos, selección que terminó primera en el Grupo A.