El gobierno yemení ya señaló a Al Qaeda como responsable del cruento ataque contra el edificio del ministerio de Defensa del país árabe, cuyo territorio alberga las facciones más radicalizadas de la red terrorista fundada por Osama bin Laden.

Según detalla Al Arabiya, los francotiradores abrieron fuego sobre el ala oeste del edificio, mientras que en el lado opuesto un coche bomba estalló para dar inicio al combate entre fuerzas terroristas y fuerzas del Ejército de Yemen que se encontraban apostadas dentro del ministerio. El sector del hospital fue el más afectado, y entre las víctimas hay varios médicos y pacientes.

El ministerio confirmó que doctores extranjeros, entre ellos un venezolano, están entre las víctimas del ataque. También fallecieron pacientes, incluido un juez.

Los choques continuaron al menos durante dos horas después de la explosión, al tiempo que la cifra de muertos, fijada por el momento en 25, crecía minuto a minuto. Oficiales gubernamentales aseguraron que dos francotiradores fueron arrestados.

La zona está cercada, mientras las ambulancias y una autobomba no tardaron en llegar para auxiliar heridos y tratar de evitar posibles incendios causados por los estallidos, tanto del automóvil como de las granadas que arrojaron los terroristas.

"Usaron RPG (granadas propulsadas por un cohete) y un coche bomba, lo que indica que Al Qaeda está detrás de esto", señaló Mansour al-Zindani, vocero de la principal coalición opositora yemení. También señaló que los ataques de AQAP (siglas de Al Qaeda en la Península Arábe) se han transformado cada vez más en ofensivas contra edificios públicos, mientras que los atentados contra personas o asesinatos directos a oficiales son cada vez menos.

En septiembre de 2012, el ministro de Defensa escapó por milagro de un atentado en el que murieron 13 personas, mientras que para prevenir ese tipo de hechos el Gobierno decidió prohibir temporalmente las motocicletas en la capital. Allí se desarrolla una ronda de conversaciones llamadas "diálogo nacional", las que buscan reconciliar las posturas de las tendencias políticas radicalmente opuestas, pero que rechazan a los terroristas.

La transición política desde el derrocamiento de Alí Abdullah Saleh en febrero de 2012 sigue sin encontrar un rumbo definido, por lo que el gobierno enfrenta una muy amplia serie de desafíos. Por un lado, la endeble economía heredada de la dictadura de Saleh, pero también las terribles complicaciones de albergar a la célula más radical de Al Qaeda en la región, junto a otros grupos violentos como los rebeldes Houthi en el norte y los movimientos de secesión en el sur del país.