El conflicto en Ucrania ha vuelto a generar tensiones, con informes que indican que las fuerzas armadas ucranianas han destruido un buque de guerra ruso en la región de Crimea. Según el Estado Mayor del Ejército ucraniano, el buque de desembarco "Cesar Kunikov" fue atacado y se informó que se hundió. El Ministerio de Defensa ruso no ha comentado sobre este ataque, pero anunció que sus fuerzas derribaron seis drones ucranianos sobre el mar Negro.

Por otro lado, la situación en el este de Ucrania es cada vez más tensa, con informes de bombardeos rusos que han alcanzado un hospital en la provincia de Donetsk. Según la Fiscalía General ucraniana, dos mujeres, una de ellas embarazada, y un menor murieron en este ataque, y varios pacientes resultaron heridos. Estos trágicos eventos han generado preocupación y conmoción en la región.

El comandante en jefe del Ejército ucraniano ha declarado que la situación en el frente oriental es extremadamente compleja y tensa, con un incremento en los esfuerzos de las fuerzas rusas. Mientras tanto, la ciudad de Selidove, cercana al frente, ha sido blanco de ataques rusos, lo que ha causado la muerte de civiles y heridos.

Estos sucesos subrayan la gravedad del conflicto en Ucrania y la urgente necesidad de encontrar una solución pacífica. La escalada de la violencia y las pérdidas humanas son motivo de preocupación tanto a nivel nacional como internacional.