El presidente Biden ha desafiado a los republicanos al expresar su disposición a cerrar la frontera con México el día que el Congreso apruebe una ley en discusión en el Senado. La ley permitiría al Ejecutivo suspender los cruces cuando la zona "se sature" e incluiría un aumento en el personal de la Patrulla Fronteriza, jueces de inmigración, oficiales de asilo y equipos de vigilancia. Sin embargo, el ex presidente Donald Trump ha instado a los legisladores republicanos a no respaldar el acuerdo para evitar que Biden logre un triunfo en un año electoral.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha aumentado la tensión al manifestar su disposición a continuar construyendo barreras en la frontera. En un comunicado, Abbott criticó el enfoque de la Administración Biden hacia la inmigración ilegal y afirmó que el presidente ha instruido al Gobierno federal a no detener a los migrantes. Las autoridades de Texas han declarado una "invasión" y han invocado leyes locales para defender y proteger el estado.

En medio de este conflicto, el Gobierno de Biden ha revelado que en diciembre se registraron 302,034 encuentros (detenciones) en la frontera con México, la cifra más alta en un solo mes en la historia. No obstante, las cifras preliminares indican una disminución del 50% en los cruces ilegales en lo que va de 2024. 

Con el objetivo de desalentar el flujo migratorio, la administración de Biden ha reactivado las deportaciones de inmigrantes irregulares, con alrededor de 472,000 personas devueltas a sus países de origen en el segundo semestre de 2023, incluidas 78,000 personas que cruzaron en familia.

El enfrentamiento entre Texas y Washington continúa, y mientras tanto, se espera que el debate sobre la frontera y la inmigración en Estados Unidos siga siendo un tema candente en el ámbito político.