El conflicto en Sudán ha resultado en una de las peores crisis de desplazamiento en el mundo, con alrededor de 8 millones de personas forzadas a abandonar sus hogares debido a los combates entre el Ejército y los paramilitares. Esta situación ha generado una gran cantidad de víctimas mortales y ha dejado a miles de personas sin hogar ni medios de subsistencia.

La guerra, que comenzó en abril de 2023, ha causado más de 13.000 muertes, según cifras que probablemente subestiman la magnitud real de la tragedia. La magnitud de la crisis humanitaria ha llevado al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados a solicitar una ayuda urgente para abordar las necesidades de los desplazados.

Más de medio millón de personas han encontrado refugio en el estado de Al-Jazira, que anteriormente era conocido como el granero de Sudán, pero la escalada de los combates ha llevado a un aumento significativo de las necesidades humanitarias. Esta situación ha obligado a la retirada del personal de ayuda humanitaria en algunas áreas, lo que ha complicado aún más la situación.

La crisis también ha tenido un impacto en los países vecinos, como Etiopía, que ha acogido a más de 100.000 personas que huyen de los combates. Además, Chad y Sudán del Sur también han experimentado un gran flujo de refugiados, lo que ha ejercido una presión adicional sobre estos países.

Sudán, que ya ha atravesado tres guerras civiles y varios golpes de estado en el pasado, se encuentra en una situación de extrema pobreza e inestabilidad. La transición a la democracia, que se inició tras la caída del mandatario islamista Omar al Bashir, se vio truncada por un golpe de estado en octubre de 2021, lo que exacerbó aún más la situación.

La Misión Integrada de Asistencia para la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (Unmis), establecida en 2020 para apoyar la transición democrática, finalizó su mandato en diciembre de 2023, lo que refleja la complejidad y la gravedad de la situación en el país.

En resumen, la crisis en Sudán es una tragedia humanitaria que requiere una atención urgente y una respuesta coordinada a nivel internacional para abordar las necesidades de los desplazados y trabajar hacia una solución a largo plazo para el conflicto en el país.