La relación entre Argentina y Venezuela ha sido conflictiva desde la asunción de Javier Milei. Recientemente, se confirmó que seis dirigentes opositores al régimen de Nicolás Maduro han ingresado a la embajada argentina en Caracas en busca de asilo político. Estos dirigentes, perseguidos por sus ideas políticas, se encuentran ahora bajo la protección de Argentina.

Entre los asilados se encuentra Pedro Urruchurtu, y también se mencionan a Magallí Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González y un sexto dirigente cuyo nombre no ha sido revelado. La Cancillería argentina está trabajando para garantizar la seguridad de los asilados y planificando una estrategia diplomática para facilitar su salida de Venezuela hacia Buenos Aires, lo cual se presenta como un desafío debido a la situación electoral en el país caribeño.

El régimen de Maduro se encuentra en plena campaña electoral, buscando asegurar la victoria del mandatario en las elecciones presidenciales. Sin embargo, la oposición denuncia obstáculos para participar en el proceso electoral de forma justa y transparente. Argentina, junto a otros países, ha expresado su preocupación por la falta de democratización en Venezuela y las restricciones impuestas a la oposición.

La posición diplomática de Argentina, liderada por Milei, ha sido clara en cuanto a su rechazo a las acciones del régimen venezolano. A través de decisiones como la no designación de embajador en Caracas y la entrega de aeronaves vinculadas a grupos terroristas, Argentina ha demostrado su compromiso con la defensa de la democracia en Venezuela y el apoyo a los opositores perseguidos.

En este contexto, la embajada argentina en Caracas ha vuelto a ser un refugio para dirigentes opositores, retomando una labor diplomática iniciada durante la gestión de Mauricio Macri. La decisión de brindar asilo político a estos perseguidos por el régimen chavista refleja el compromiso de Argentina con la defensa de los derechos humanos y la democracia en la región.

Entretanto, Manuel Rosales se postuló como candidato presidencial a último momento y abrió una incógnita sobre las elecciones en Venezuela. El ex candidato presidencial en 2006 y actual gobernador del estado Zulia logró incorporarse a las nominaciones para el 28 de julio. Aunque integraba el arco opositor, no está claro si recibirá el apoyo de la Plataforma Unitaria.