La crisis griega, que se profundiza cada día por las medidas de ajuste que exige la Unión Europea, se cobró una nueva víctima con el suicidio de otro jubilado en un parque ateniense como consecuencia, según consta en una carta hallada junto al cadáver, de su situación económica.

El hombre fue hallado ahorcado en el parque Agios Filipos, y en la nota de despedida relató parte de su vida y el por qué de su triste final.

"La policía no me conoce. Nunca toqué la bebida en mi vida, nunca soñé con mujeres ni con drogas y nunca estuve en una cafetería. Sólo trabajé todo el día. Pero cometí un crimen horrendo: me hice profesional a los 40 años y me hundí en las deudas", dice la misiva.

"Ahora soy un idiota de 61 años y tengo que pagar. Espero que mis nietos no nazcan en Grecia, ya que no habrá griegos a partir de ahora", sigue la carta.

Y agrega: "Dejemos que aprendan otro idioma, porque el griego será borrado del mapa a no ser que haya un político con el valor de (la ex primera ministra británica Margaret) Thatcher para ponernos firmes a nosotros y al Estado".

Los vecinos del fallecido lo describieron como un hombre muy trabajador que estuvo empleado en la reparación de barcos y en diversos puestos de construcción y en la última etapa de su vida trabajó como electricista en un barco mercante.

Paralelamente al empeoramiento de la crisis en Grecia, aumentó también el índice de suicidios.

La semana pasada, un hombre de 60 años y su madre, de 90 años y enferma de Alzheimer, se suicidaron en Atenas tras saltar desde el tejado de un edificio de cinco plantas, según los medios locales, que apuntaron que la familia atravesaba dificultades económicas.

Los testigos relataron que madre e hijo se arrojaron al vacío tomados de la mano, poco después de las ocho de la mañana. Ambos vivían en el primer piso del edificio, situado en el barrio ateniense de Metaxourgio. Ese hombre fue identificado como Antonis Perris, músico de profesión.

Según los vecinos, la familia atravesaba dificultades económicas y, de hecho, Perris relató recientemente en su blog que llevaba 20 años cuidando de su madre.

El mes pasado, el jubilado Dimitris Christoulas, de 77 años, se quitó la vida en la plaza Sintagma de Atenas, en una acción que captó la atención internacional y generó nuevas movilizaciones sociales.