La promesa de Rusia de usar láseres para derribar drones en Ucrania ha provocado un escepticismo generalizado de que el armamento novedoso y posiblemente nuclear pueda desplegarse en el campo de batalla o tener un impacto significativo en la guerra.

Yuri Borisov, viceprimer ministro de Rusia, dijo al canal de televisión Channel One del país que la nueva arma de energía dirigida Zadira podría destruir objetivos a una distancia de hasta 5 km y que había incinerado un dron en cinco segundos en una prueba.