El mormón Mitt Romney dio un gran paso hacia la candidatura presidencial del Partido Republicano de Estados Unidos al arrasar a su principal contrincante, el ultraderechista Rick Santorum, en las elecciones primarias celebradas en tres estados.

De hecho, Romney lisa y llanamente ignoró a Santorum y enfocó toda su artillería en el actual mandatario. “Ganamos todos. Esta realmente ha sido una gran noche", expresó el ex gobernador de Massachussetts en Milwaukee, Wisconsin. "Logramos una gran victoria esta noche en nuestra campaña para restaurar la promesa de América", agregó el empresario multimillonario al que apoya el establishment de su partido por considerarlo un “moderado”.

Tras subrayar que lo ideal es que sus contrincantes se retiren de las primarias para dejarle el camino libre hacia la convención partidaria que en agosto formalizará la nominación en Florida, Romney describió a Obama como un liberal "alejado de la realidad" y un enemigo del liberalismo económico.

La idea del presidente demócrata es contar con un “gran gasto público” y un gran aparato estatal que guié la economía, política opuesta al conservadorismo neoliberal que Romney prometió implantar pese a que esa fue la política que generó, durante la gestión de su correligionario Goerge W. Bush, la crisis que padece el país.

El triunfo de Romney -sumó 648 de los 1144 que necesita para la convención contra 264 que tiene Santorum- también pareció convencer a Obama, quien en plena campaña por la reelección nombró por primera vez a Romney al señalar que como buen republicano gobernará exclusivamente para los estadounidenses más ricos.