El Gobierno español aprobó un nuevo plan para blindar el sistema financiero de la quiebra, que incluye la inyección de cerca de 15.000 millones de euros de dinero público en forma de crédito en las entidades que tengan problemas para garantizar activos, una cifra similar al recorte del área de Salud y Educación.

El ministro de Economía, Luis De Guindos, insistió en conferencia de prensa, al término de la reunión del Consejo de Ministros español, que las ayudas a los bancos "no son una inyección de fondos públicos" sino que se realizará a través de "préstamos".

Según el responsable de Economía, lo que está haciendo el gobierno es poner recursos "a disponibilidad" de los bancos, a un tipo de interés del 10%, que es superior a lo que paga el propio Estado por la emisión de este tipo de bonos al mismo plazo, cinco años, y que deberán ser reembolsados".

De Guindos subrayó que el plan no supondrá un gasto para los contribuyente. Sin embargo, en el actual contexto de crisis y desconfianza sobre la solvencia del sistema financiero español, el gobierno no puede garantizar que los bancos reembolsarán todos estos préstamos.

En cuanto al dinero público empleado, el ministro de Economía señaló que será “inferior a 15.000 millones de euros", aunque dependerá de los planes de saneamiento que presenten las distintas entidades.

Se trata de una cifra similar al dinero que el Ejecutivo del derechista Partido Popular (PP) recortó recientemente de los presupuestos de salud y educación, que se vieron mermados en 10.000 millones de euros, en el marco de la política de austeridad impulsada por Rajoy a exigencia de la Unión Europea (UE) con el objetivo de reducir el elevado déficit público de España.