Miembros de una tribu opositora al régimen que encabeza el presidente Alí Abdullah Saleh derribaron un avión de guerra y capturaron al piloto, en una nueva muestra de la fractura que vive este país de la península arábiga en cuyas calles decenas de miles se manifestaron nuevamente este miércoles.

La aeronave estaba bombardeando una zona poblada por tribus opositoras y recibió en respuesta un ataque con disparos que logró derribarlo. El hecho se produjo en la montañosa región de Naham. El Ejército reconoció que el avión, un Sukhoi de fabricación rusa, fue derribado mientras realizaba una "misión rutinaria", pero no brindó precisión alguna respecto al destino de su piloto.

Paralelamente, decenas de miles de yemeníes protestaron en la capital Sanaá contra el regreso de Arabia Saudita del presidente Saleh y exigieron una vez más su dimisión. Ondeando banderas y haciendo signos de paz, los manifestantes marcharon en la Plaza del Cambio gritando "muerte, muerte. El asunto es que si no podemos vivir una vida decente y digna, preferimos morir", afirmó Khaled al Mandi, uno de los participantes en las protestas.

Los manifestantes yemenitas dicen que están hartos de la pobreza extrema, la corrupción y el caos en un país donde dos de cada tres personas tiene que sobrevivir con menos de dos dólares al día. Los yemenitas profundizaron sus protestas y reclamos con el regreso de Saleh al país, tras haber permanecido tres meses en Arabia Saudita recibiendo tratamiento médico luego de un ataque sufrido en su palacio presidencial.