El presidente Barack Obama repartió bromas y críticas contra la prensa, la clase política e incluso contra su Gabinete durante la cena de Corresponsales, celebrada en Washington. Como no podía ser de otra manera, el difícil comienzo de la reforma sanitaria y su fallido estreno en internet protagonizaron su discurso de principio a fin.

“Siempre comienzo estas intervenciones con alguna broma autocrítica, pero después de mi maravilloso 2013 ¿de qué más puedo hablar?”, dijo Obama ante una audiencia de más de 2.000 miembros de los medios de comunicación y del mundo del espectáculo.

Un cansado Obama -reconoció que todavía padecía jet lag a causa de su reciente gira asiática- lanzó su primer ataque contra CNN, una cadena que ha centrado su cobertura en los últimos meses, casi de manera exclusiva, en el caso del avión desaparecido en Malasia. “Hay que ver lo lejos que tiene que viajar uno para que CNN te preste atención”.

El presidente repasó también las consecuencias del complicado arranque de la reforma sanitaria, saboteada por complicaciones técnicas que llevaron al Partido Republicano a presionar para que se retrasara su puesta en marcha, prevista para el pasado 1 de marzo. A pesar de que más de 8 millones de estadounidenses ya han contratado un seguro médico a través del portal healthcare.gov, Obama reconoció que sus últimos datos de aprobación en las encuestas pueden afectar a sus compañeros de partido en las próximas legislativas. “A ver, mi hija Sasha necesitaba alguien para dar un discurso sobre su carrera en el instituto e invitó a Bill Clinton...”, dijo Obama.