Los uruguayos ya están acostumbrados a su presidente... y también a su auto. Es que la Fusca de "Pepe" ya es un clásico, y un dolor de cabeza para quienes están a cargo de custodiar su seguridad.

El mandatario y su mujer, al senadora Lucía Topolansky, se montaron al coche y salieron de su chacra cuando aún no eran las 7 de la mañana. "Vamos a cumplir con un deber y una devoción, con alegría. No es una guerra, es un resultado que el país necesita", aseguró como copiloto.

Por este tipo de actitudes, en 2012, la BBC de Londres le puso en mote de "el presidente más pobre del mundo", que rápidamente dio vuelta al globo.