La presidenta de Perú, Dina Boluarte, enfrenta una moción por "incapacidad moral permanente" presentada por el grupo parlamentario de izquierda Cambio Democrático-Juntos por el Perú, por alegado "abandono del cargo presidencial" y su posible involucramiento en el caso Eficcop, relacionado con la corrupción en el poder.

Además, Boluarte es investigada por la Fiscalía por presuntos delitos en relación con el uso de relojes de lujo. La presidenta se encuentra en una difícil situación legal y política debido a estas investigaciones y su impopularidad es del 88%, según encuestas.

Desde su asunción como vicepresidenta de Pedro Castillo a presidenta, Boluarte ha sido criticada por diversos comportamientos, incluyendo lujos extravagantes y una economía que sigue estancada. Su llegada al gobierno fue marcada por protestas masivas y violentas que resultaron en la muerte de 49 personas.

Estos eventos llevaron a investigaciones fiscales por genocidio, homicidio calificado y abuso de autoridad contra Boluarte y sus entonces ministros del Interior. Esta situación se complica por la investigación que sigue por recibir supuestamente relojes Rolex como préstamo de un gobernador regional, lo que ha llevado a congresistas a buscar su destitución.

En cuanto a su apoyo político, Boluarte no forma parte de ningún partido y su gobierno ha recibido el respaldo de "congresistas demócratas". Su gobierno se ha comprometido a mejorar la economía, que ha decrecido en un 0.55% debido a protestas sociales y fenómenos climáticos, sin embargo, no ha conseguido notables avances, con un aumento de la pobreza al 29% y una caída de producción en marzo del 0.28%.