Las milicias pro rusas tomaron ayer el control de Popasnaya, ciudad de unos 20.000 habitantes ubicada junto a la frontera administrativa de las regiones orientales ucranianas de Lugansk y Donetsk. Popasnaya es un importante nudo ferroviario a 20 kilómetros de Stajánov, ciudad donde se encuentra el puesto de mando de reserva del lí­der de la República Popular de Lugansk, Valeri Bólotov, informó hoy la agencia de los separatistas Nueva Rusia. 

Centenares de milicianos entraron en la madrugada de ayer en Popasnaya sin que se registraran combates, ya que en la ciudad no habí­a efectivos de la fuerzas armadas ucranianas. Por el momento las autoridades ucranianas no confirmaron ni desmintieron que Popasnaya esté en poder de las milicias pro rusas.
 
Estas últimas abandonaron el fin de semana las ciudades de Slaviansk y Kramatorsk, así­ como otras localidades de la región de Donetsk, para atrincherarse en la ciudad de Donetsk, la cabecera regional. El Gobierno de Ucrania anunció que tiene el propósito de sitiar las ciudades de Donetsk y Lugansk a fin de obligar a las milicias separatistas a deponer las armas. 

Por su parte, el primer ministro de la República Popular de Donetsk, Alexandr Borodái, contestó que: "Es imposible que el ejército ucraniano cerque cualquiera de estas ciudades. Ni con todos sus recursos es capaz de sitiar Donetsk". El dirigente separatista, que se encuentra en Moscú para "celebrar consultas", aseguró que no ve en estos planes de los militares ucranianos una "gran amenaza". 

"Nos estamos preparando para operaciones activas, no para resistir un asedio", recalcó Borodái. Al mismo tiempo, insistió en que los dirigentes separatistas están abiertos a reanudar las consultas con las autoridades de Kiev con el fin de establecer un alto el fuego. En cuanto a la posible apertura de un proceso de negociación de un acuerdo de paz, Borodái afirmó que ocurrirá cuando las tropas ucranianas abandonen las regiones de Lugansk y Donetsk.