Miles de personas participan este sábado en manifestaciones organizadas en toda España para protestar contra los recortes iniciados por el gobierno de Mariano Rajoy y los crecientes escándalos de corrupción política en medio de la grave crisis económica vivida en el país.

Las manifestaciones convocadas por la plataforma "Marea Ciudadana" en un total de 80 ciudades coinciden simbólicamente con el aniversario del golpe de Estado fallido del 23 de febrero de 1981, y por ello es que uno de los principales lemas de la jornada es "No al golpe de Estado financiero".

Entre los que secundaron la convocatoria se encuentran el colectivo de los "indignados", los afectados por las hipotecas inmobiliarias, los bomberos y mineros, así como fuerzas políticas como Izquierda Unida o la ecologista Equo, y trabajadores de empresas afectadas por recortes de plantilla como Iberia o la televisión regional Telemadrid.

En la capital española, donde medios locales hablaron de decenas de miles de participantes, se convocaron cuatro marchas paralelas que pasadas las 18:00 horas comenzaron a confluir en la céntrica Plaza de Neptuno, en las inmediaciones del Congreso de los Diputados (Cámara Baja), donde les esperaba un fuerte despliegue policial.

Los manifestantes gritaban "Sí se puede" y portaban pancartas en la que se podía leer lemas como "La sanidad no se vende, se defiende", "No falta dinero, sobran ladrones", "Bancos usureros" o "Rajoy imita al papa y dimite". Según fuentes oficiales, unos 1.400 policías antidisturbios vigilan la convocatoria en Madrid, pese al carácter pacífico de la manifestación.

Antes del inicio de la jornada de protestas, el líder opositor socialista Alfredo Pérez Rubalcaba dijo esperar que el gobierno de Rajoy "no menosprecie a los profesores, médicos y enfermeros que no están en la calle para reclamar mejores sueldos", sino para reclamar "un trato justo para la sanidad pública y la educación pública y para servir mejor a los ciudadanos".

Por su parte, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, consideró que las movilizaciones supondrán "otro aviso" al gobierno conservador del Partido Popular (PP). "No puede ser que tanta gente esté equivocada", afirmó Lara, quien acusó a Rajoy de llevar una política contraria a los intereses de los ciudadanos y su propio programa electoral.

Mientras tanto, el portavoz del gobierno regional de Madrid, Salvador Victoria, calificó la manifestación de "antidemocrática" y la comparó con el golpe de Estado fallido del 23-F, en el que guardias civiles entraron disparando en el Parlamento en un intento por echar abajo el régimen constitucional implantado tras la dictadura franquista. "Necesitamos democracia, no que hoy, como hace 32 años, los enemigos de las libertades tomen el Congreso y las calles", escribió en Twitter el político del PP de Rajoy.

En Barcelona se organizaron seis marchas ciudadanas que confluyeron en la céntrica Plaza de Cataluña.

En algunas ciudades, como en Orense, los manifestantes protestaron tanto frente a las sedes del PP como del Partido Socialista (PSOE), mientras que en otras, como en Palma de Mallorca, donde medios locales contabilizaron 3.000 manifestantes, el lugar elegido para la concentración final fue la delegación del gobierno.

Según los organizadores, también se convocaron manifestaciones en algunas capitales extranjeras como Buenos Aires, París o Ginebra.