Miles de manifestantes marcharon por las calles de Kabul hacia la embajada cerrada de Estados Unidos, instando a la liberación de los activos congelados de Afganistán.

Sosteniendo pancartas que decían "Comamos" y "Dennos nuestro dinero congelado", los manifestantes corearon consignas y marcharon por una avenida central con los talibanes gobernantes proporcionando seguridad.

A partir de la llegada de los talibanes al poder, se suspendió la financiación internacional a Afganistán y se congelaron miles de millones de dólares de los activos del país en el exterior, principalmente en Estados Unidos.

La falta de fondos ha golpeado la ya atribulada economía de Afganistán, lo que ha provocado un aumento de la pobreza, mientras que los grupos de ayuda advierten sobre una inminente catástrofe humanitaria.

Los empleados estatales, desde médicos hasta maestros y funcionarios administrativos, no han cobrado en meses. Mientras tanto, los bancos han restringido la cantidad de dinero que los titulares de cuentas pueden retirar.

El domingo, las naciones musulmanas resolvieron trabajar con las Naciones Unidas para tratar de desbloquear los activos afganos congelados en un intento por abordar una creciente crisis humanitaria.

En una reunión especial en Pakistán de los 57 miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), los delegados dijeron que trabajarían "para desbloquear los canales financieros y bancarios para reanudar la liquidez y el flujo de asistencia financiera y humanitaria".

La reunión fue la mayor conferencia sobre Afganistán desde que el gobierno respaldado por Estados Unidos cayó en agosto y los talibanes regresaron al poder.

Pakistán advirtió sobre las "graves consecuencias" para la comunidad internacional si continuaba el colapso económico de Afganistán e instó a los líderes mundiales a encontrar formas de colaborar con los talibanes para ayudar a prevenir una catástrofe humanitaria.

El ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Shah Mahmood Qureshi, dijo que la profundización de la crisis podría provocar un hambre masiva, una avalancha de refugiados y un aumento del "extremismo".