El presidente Emmanuel Macron durante su reciente visita a Brasil ha expresado su posición contraria al acuerdo del Mercosur con la Unión Europea, argumentando que es necesario enterrar dicho acuerdo y construir uno nuevo que contemple aspectos comerciales y de biodiversidad. Macron ha manifestado en varias ocasiones su oposición a este acuerdo comercial debido a diferencias normativas con las regulaciones europeas.

Por otro lado, Francia ha mostrado su apoyo a un acuerdo comercial con Canadá, el cual ha sido rechazado por el senado francés recientemente. La ministra delegada del ministerio de agricultura, Agnès Pannier-Runacher, ha defendido este acuerdo, destacando sus beneficios para la industria y la agricultura francesa.

En cuanto al acuerdo UE-Mercosur, Francia ha expresado firmemente su oposición, argumentando que podría provocar distorsiones en la competencia y afectar a los agricultores franceses. A pesar de la presión de otros países europeos a favor del acuerdo, Francia ha logrado influir en la suspensión de las negociaciones por parte de la Comisión Europea, debido a preocupaciones sobre deforestación y biodiversidad.

Los agricultores franceses han expresado su preocupación por la posible inundación de carne barata proveniente de Brasil y Argentina en el mercado francés. Sin embargo, expertos señalan que las importaciones de carne del Mercosur representan solo una pequeña fracción del consumo total de la UE, y que existen medidas de salvaguardia para proteger a los sectores sensibles en caso de un aumento significativo de las importaciones.

En resumen, la posición de Francia respecto al acuerdo UE-Mercosur refleja preocupaciones sobre aspectos medioambientales, competitividad y protección de los agricultores, mientras que se mantienen las negociaciones con otros socios comerciales como Canadá en busca de acuerdos equilibrados que tengan en cuenta los desafíos actuales en materia de biodiversidad y clima.