“Vivo en el inframundo. No le digo a la gente lo que tienen que hacer porque ellos saben lo que tienen que hacer. No juego. Disparo a la gente. Soy un mezquino, un sucio, un forajido y malo".

Cuando se cumplen 40 años desde que fue condenado por el asesinato de siete personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa del célebre director de cine Roman Polanski, así respondió Charles Manson en una entrevista exclusiva a la revista Vanity Fair España en la que se declara "un mal hombre que dispara a la gente".

Después de veinte años de silencio y desde la prisión californiana de Corcoran, Manson, de 76 años, aseguró a la revista que "la mala hierba nunca muere". La noche del 9 de agosto 1969, Manson y tres compañeros entraron en el 10050 de Cielo Drive. Se hacían llamar “La Familia” y creían en la necesidad de instigar una guerra racial, inspirado en la canción "Helter Skelter" de los Beatles.

La esposa de Roman Polanski, que estaba embarazada de ocho meses, recibió dieciséis puñaladas y la colgaron del techo junto a Jay Sebring. Sus otros invitados, Abigail Folger y Voytek Frykowski, fueron apuñalados en los jardines exteriores de la mansión del cineasta.

El móvil del crimen no quedé claro. Los rumores especularon con que el motivo fue el rodaje de la película El bebé de Rosemary. Por esta historia, que trataba temas polémicos como la práctica del satanismo, Polanski había sufrido amenazas de grupos esotéricos

Después de los crímenes, Manson fue condenado a muerte en la cámara de gas, aunque la pena fue conmutada por cadena perpetua con la posibilidad de salir en libertad condicional. Ahora, el asesino quiere reabrir su caso y para ello contrató al abogado Giovanni DiStefano, conocido por defender a Saddam Hussein y Slobodan Milosevic.

El abogado presentó un recurso ante el Comité Interamericano de Derechos Humanos y envió una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la que le solicita la anulación de la condena por haberse vulnerado durante el juicio los derechos de Manson.

En las alegaciones, DiStefano explica que a Manson no se le permitió defenderse a sí mismo ni tampoco testificar ante un jurado al que consideran que el fiscal del caso manipuló creando una teoría sobre una conspiración que no existió, según explica Vanity Fair España.