Rusia colocó a Marina Ovsyannikova, la exeditora de la televisión estatal que interrumpió una transmisión de noticias para protestar contra la guerra de Ucrania, en una lista de personas buscadas después de que, según los informes, escapó del arresto domiciliario.

Ovsyannikova, de 44 años, nacida en Ucrania, atrajo la atención internacional en marzo después de irrumpir en un estudio de Channel One, su entonces empleador, para denunciar la guerra de Ucrania durante un noticiero en vivo, sosteniendo un cartel que decía "no a la guerra". En ese momento fue multada con 30.000 rublos por eludir las leyes de protesta.

Ovsyannikova siguió protestando contra la guerra y fue acusada en agosto de difundir información falsa sobre el ejército ruso por sostener un cartel que decía “Putin es un asesino, sus soldados son fascistas” durante una protesta en solitario en el terraplén del río Moskva frente al Kremlin. Posteriormente fue puesta bajo arresto domiciliario en espera de juicio y enfrentaba hasta 10 años de prisión si era declarada culpable.