El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, y el Consejo de Seguridad del organismo manifestaron su "seria preocupación" por la situación en Siria, y expresaron que "toda la violencia es inaceptable y debe ser frenada".

La oposición siria acusó al régimen del presidente Bashar al Assad por el atentado en Damasco, ocurrido el viernes, que dejara al menos 25 muertos cuando un atacante suicida se inmoló en una intersección de calles, cercana a una escuela primaria en el barrio de Al Midan.

En un comunicado de prensa, el Consejo de Seguridad de la ONU calificó el hecho como un "acto atroz" y envió sus condolencias a los familiares de las víctimas. El Consejo de Seguridad volverá a tratar el tema de las sanciones contra Siria el martes.

Estados Unidos no es optimista en que se logren resultados. Y China y Rusia, dos de los cinco miembros del consejo que tienen derecho a veto, se oponen a una resolución que condene la violencia. Sin embargo, la Asamblea General de la ONU aprobó por abrumadora mayoría en diciembre condenar los abusos de derechos humanos en Siria.

En Washington, la portavoz del Departamento de Estado Victoria Nuland indicó que por el momento no se está considerando una resolución. "Creo que eso será la próxima etapa en las consultas. No estoy segura de que podamos finalizar algo el martes", explicó Nuland a la prensa.

Según estimaciones de funcionarios de las Naciones Unidas, más de 6.000 personas ya murieron en los enfrentamientos entre quienes buscan una reforma en Siria y las fuerzas gubernamentales.