El presidente del control constitucional, Ruddy Flores, explicó que la nueva Carta Magna estableció un nuevo ordenamiento en Bolivia y, en consecuencia, el primer período de gobierno de Evo Morales debe inscribirse "en el marco de la nueva Constitución", de 2009.

El Tribunal Constitucional concluyó que, en el caso del presidente y el vicepresidente, "fueron elegidos en vigencia del nuevo régimen constitucional, se encuentran habilitados para la reelección". De forma unánime, los magistrados entendieron que se fundó un nuevo Estado y, por lo tanto, comenzó una nueva era jurídica y una nueva era política.

Morales llegó a la presidencia boliviana en 2006 y acortó su mandato en 2009 para habilitar nuevas elecciones. El vicepresidente García Linera explicó en reiteradas oportunidades que el mandato 2006-2009 no puede ser considerado en el cómputo de mandatos porque no se cumplió con la gestión de cinco años.

El nuevo texto constitucional entró en vigor el 22 de enero del año 2010, por lo que, para la Justicia, “a partir de esta fecha comienza la nueva institucionalidad en el país y es a partir de esa fecha que el periodo constitucional del presidente y vicepresidente es de cinco años y ambas autoridades pueden ser reelegidas por un período más, de manera continua”.

La oposición recibió la noticia con críticas. El senador Bernard Gutiérrez, jefe de bancada de Convergencia Nacional, dijo que el fallo deja “mal parado” al Tribunal Constitucional, porque pone en duda su autonomía e imparcialidad.

“Lo que ha ocurrido es que, como los magistrados le deben el favor político de sus cargos al partido de gobierno, no han hecho más que devolver ese padrinazgo que les ha merecido su permanencia en el Poder Judicial”, afirmó en declaraciones a la red Erbol.