Francois Hollande firmó para aceptar el cargo de presidente, antes de recibir el collar de Gran Maestro de la Legión de Honor, la máxima condecoración que otorga la República de Francia.

Tras la salida de Sarkozy y la exprimera dama Carla Bruni del palacio del Elíseo, Hollande dio su primer discurso como presidente francés, en el que trasladó "un mensaje de confianza" a los ciudadanos, a quienes transmitió que Francia es "un gran país" que superará las dificultades "elevándose" y no "doblegándose", según despacho de Europa Press.

Hollande se comprometido a promover la "convivencia" de "todos" los franceses en torno a los "valores" de la República francesa y aseguró que devolverá al país a la senda de "la justicia" y abrirá "una nueva vía en Europa", además de "contribuir a la paz en el mundo".