Los transportes públicos están desarrollando numerosos paros, aunque no se vive una parálisis total en el tráfico, ya que el sindicato que nuclea a los conductores de autobuses decidieron funcionar entre las 9 y las 21 horas locales (4 a 13 en Argentina), y sumarse a la huelga tan solo en el turno nocturno.

Los trabajadores del metro, el tren suburbano y los trolebuses, en cambio, acordaron hacer el paro a la inversa, y permanecerán sin circular hasta las 21. Los hospitales ofrecen únicamente desde la mañana servicios mínimos y las farmacias están cerradas en Atenas, pero no en El Pireo, donde abren con normalidad.

Todo el transporte marítimo está paralizado desde la medianoche y los barcos seguirán amarrados a puerto hasta transcurridas las veinticuatro horas de la huelga. En el tráfico aéreo, en cambio, todo funciona con normalidad, y el transporte aéreo no se ha adherido a la huelga.

La huelga tiene lugar tan solo tres días después de que el Parlamento aprobara las nuevas medidas de ajuste acordadas entre el gobierno tripartido dirigido por el conservador Andonis Samarás, y la troika formada por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.

Este nuevo plan de ajuste, que es requisito para obtener el próximo tramo del rescate financiero, contempla, entre otras medidas, el despido de 14.000 empleados públicos hasta finales de 2014.  Además, incluye una nueva reducción del salario mínimo que de los 580 euros mensuales actuales pasa a 490 euros para los mayores de 25 años y a 427 euros para los menores de esa edad.