La sequía que afecta a Bolivia en los últimos meses ha acelerado el proceso de extinción de varios de sus glaciares en la cordillera de los Andes, lo que ha generado preocupación entre los expertos y ha puesto al país al borde de una crisis hídrica. La falta de lluvias ha golpeado especialmente al occidente del país, donde se encuentra el altiplano rodeado por los ramales de la cordillera que alimentan varios de los ríos de la cuenca amazónica en el norte y del río de La Plata en el sur.