En la localidad francesa de Meaux, un tribunal policial multó a dos mujeres por usar la burka o niqab. Es el primer proceso de este tipo luego de que en abril entrara en vigor la ley que prohíbe el uso de velo integral y ocultar el rostro en los lugares públicos.

La comunidad musulmana francesa, la más numerosa de Europa occidental, se opone fuertemente a la norma, apoyada tanto por comunistas, oficialistas, partidos de extrema derecha y sectores socialistas.

Desde la entrada en vigor (en abril último), 136 mujeres habían sido sancionadas con contravenciones en la vía pública, con multas pagadas en el acto o en la citación a una comisaria, pero hasta el momento nunca un tribunal policial había estado obligado a pronunciarse sobre el tema.

Ahora, las francesas Hind Ahmas, de 32 años, y Najat Nait Ali, de 36 años, recibieron multas de 120 y 80 euros, respectivamente. Las jóvenes podrían apelar la medida ante la Corte Europea de Derechos Humanos.

El hecho ha provocado ásperos debates jurídicos en los últimos años en ese país, debido al choque entre el concepto occidental de libertad y las costumbres y creencias de la comunidad musulmana francesa, que tiene al menos cinco millones de personas.