"Puedo confirmar que hace varias semanas el general Alexander le dijo al presidente  Obama que quiere dejar su puesto en la primavera (otoño argentino) de 2014", respondió el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, ante la insistencia de los periodistas.

Los medios estadounidenses inmediatamente vincularon la salida del general Alexander a la ola de conflictos diplomáticos y escándalos mediáticos que provocó Snowden, un ex técnico de inteligencia que tranajó para la NSA.
"La respuesta es no", sentenció Carney cuando le preguntaron sobre Snowden, que se encuentra refugiado en Rusia.

Keith Alexander, un general de cuatro estrellas, está desde hace casi ocho años al frente de la NSA, el más poderoso de los 16 servicios de espionaje estadounidenses.
Además, dirige el servicio secreto exterior militar CSS y el cibercomando, el nuevo servicio de inteligencia norteamericano para la lucha contra el llamado ciberterrorismo. A sus órdenes están decenas de miles de soldados, espías, informáticos y matemáticos.

"La NSA es una agencia de inteligencia cuyas actividades están dirigidas contra objetivos de inteligencia extranjeros válidos en respuesta a las necesidades de líderes estadounidenses para proteger al país y sus intereses de amenazas como el terrorismo o la proliferación de armas de destrucción masiva".

Como ejemplo del rol central de la NSA, se recuerda el ataque de octubre de 2012 en el que un dron mató a un líder de Al Qaeda, Hassan Ghul, pero pese a conocerse estos datos, el Gobierno sigue negando cientos de muertes causadas por sus ataques con drones, entre ellas, la de Ghul.