El papa Francisco calificó de "vergüenza" el naufragio de esta madrugada en el que murieron al menos 92 inmigrantes procedentes de África, y pidió a los creyentes que recen por ellos y por "todos los refugiados" del mundo.

"Tengo que mencionar a las numerosas víctimas de este enésimo naufragio. La palabra que me viene a la mente es vergüenza. Es una vergüenza", dijo en un discurso en el Vaticano, interrumpido por los aplausos de los miembros del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz. "¡Nunca más tragedias similares!", clamó.

Antes, el papa argentino había pedido a los fieles que rezaran por las víctimas del naufragio de la embarcación que llevaba uno 500 inmigrantes indocumentados a las costas de la isla italiana de Lampedusa. La mitad de ellos siguen desaparecidos.

"Roguemos a Dios por aquellos que han perdido la vida, hombres, mujeres, niños. Oremos por las familias y por todos los refugiados", dijo.

"Sólo la colaboración determinada puede evitar tragedias como esa", clamó el jefe de la Iglesia católica.

"Recemos a Dios por las víctimas del trágico naufragio", había dicho antes el pontífice a través de su cuenta en italiano en la red social Twitter.

El barco naufragó por la madrugada y, según los sobrevivientes, los pasajeros decidieron encender un fuego en la embarcación para permitir que ser localizados, puesto que no lograban contactar con los servicios de rescate con los teléfonos que llevaban. La barcaza se incendió y muchos inmigrantes tuvieron que arrojarse al mar y en el caos consiguiente la embarcación acabó volcando.

Símbolo de la inmigración africana en Italia, el papa argentino eligió a Lampedusa como su primer destino desde el inicio de su pontificado, el 8 de julio pasado.

"Estos, nuestros hermanos y hermanas, buscaban salir de situaciones difíciles para encontrar un poco de serenidad y de paz", dijo el Papa. "Buscaban un lugar mejor para ellos y para sus familias, pero encontraron la muerte. ¡Cuántas veces aquellos que buscan esto no encuentran comprensión, acogida, solidaridad! ¡Y sus voces llegan hasta Dios!", subrayó en ese momento.

La tragedia de hoy se suma a la ocurrida el pasado 30 de septiembre cuando trece indocumentados fallecieron después de haber sido obligados por los traficantes a saltar de la barcaza en la que viajaban a pesar de que no sabían nadar y había un fuerte oleaje.

El grupo de 200 inmigrantes fue obligado a tirarse al mar a pocos metros de playa del "Pisciotto" de la localidad de Scicli, en la provincia de Ragusa, Sicilia.

El pasado 10 de agosto, otros seis indocumentados, entre ellos un menor de edad, fallecieron al intentar alcanzar a nado la costa de Sicilia tras haber encallado el pesquero en el que viajaban junto a un centenar de inmigrantes procedentes de Siria y Egipto.

Agencias EFE y AFP