Las autoridades mexicanas capturaron a Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán , lo que provocó una ola de ataques de represalia por parte de sicarios del cartel en la ciudad norteña de Culiacán.

Después de una noche de violencia, hombres armados intercambiaron disparos con las fuerzas de seguridad, bloquearon carreteras con vehículos en llamas y dispararon contra helicópteros del ejército y aviones de la policía que traían refuerzos a la ciudad.