El Banco Central Europeo (BCE) subió las tasas de interés por primera vez desde 2011 para hacer frente a la inflación de la eurozona que aumentó al 8,6% el mes pasado.

En un movimiento sorpresivo, el BCE elevó su tasa base en 0,5 puntos porcentuales, luego de que los economistas esperaban un aumento menor de 0,25 puntos.