Los jihadistas del Estado Islámico cumplieron su amenaza: mataron a otro periodista de Estados Unidos, grabaron la escena y la difundieron. Y la Casa Blanca indicó hoy que el video de la decapitación de Steven Sotloff es auténtico.

"Los servicios de inteligencia de Estados Unidos han analizado la reciente publicación de un video mostrando al ciudadano estadounidense Steven Sotloff y han llegado a la conclusión de que es auténtico", informó la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense.

En las imágenes difundidas por el Estado Islámico (EI), Sotloff habla mirando a la cámara y dice ser víctima de la decisión del presidente Barack Obama de llevar a cabo ataques aéreos contra los jihadistas en Irak .

El video muestro a un jihadista con la cara cubierta cortándole el cuello a Sotloff. Poco después se ve su cabeza seccionada.
Hace dos semanas, otro periodista estadounidense, James Foley, fue asesinado de la misma forma. Mientras tanto, Estados Unidos mantiene su operación de ataques aéreos contra posiciones del EI en el norte de Irak y llamó a una coalición global para enfrentarse a "la amenaza" jihadista.


El mundo volvió a estremecerse ayer con la difusión del video de la decapitación de Steven Sotloff, la segunda ejecución de un periodista en menos de dos semanas a manos del Estado Islámico (EI).

Luego de advertir en el video del asesinato de James Foley que Sotloff correría la misma suerte si Estados Unidos continuaba los bombardeos contra sus posiciones, EI cumplió su amenaza y también decapitó a Sotloff, de 31 años, experto en Medio Oriente y con residencia en Miami.

Sotloff trabajaba en forma independiente para las revistas Time y Foreign Policy, y había sido visto por última vez en Siria en agosto de 2013, hasta que apareció en el video de la brutal decapitación de Foley.

En el video difundido ayer, titulado "Segundo mensaje a Estados Unidos", Sotloff aparece vestido con un uniforme naranja, similar al que vestía Foley y que emula el que usan los prisioneros de Guantánamo, antes de ser aparentemente decapitado por un combatiente de EI.

El grupo extremista controla amplios sectores de Siria e Irak desde junio pasado y su veloz y brutal ofensiva empujó a las potencias occidentales a las puertas de una nueva intervención militar en Medio Oriente.