Las autoridades chilenas enfrentaban una nueva ola de incendios forestales a lo largo de la costa del Pacífico, varias semanas después de que los devastadores incendios cobraran la vida de más de 100 personas. En esta ocasión, dos niños perdieron la vida y varias viviendas resultaron quemadas.

La agencia nacional de desastres informó que diversas comunidades en la región de Valparaíso estaban siendo evacuadas debido a los incendios. Esta zona costera está compuesta por pueblos que se encuentran en terrenos escarpados junto al mar.

Durante la noche, los equipos de bomberos trabajaron arduamente para contener y extinguir tres incendios de rápida propagación. La ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá Morales, mencionó que uno de los desafíos era la imposibilidad de enviar aviones para arrojar agua durante la noche. Aunque no se ha determinado la magnitud de los daños, se estima que entre 15 y 40 viviendas resultaron afectadas por los incendios.

Los nuevos focos, ubicados a unos 120 kilómetros al noroeste de la capital, dejaron como saldo la trágica muerte de dos niños, de 12 y 16 años, en un incendio que consumió una casona en el sector conocido como Cerro Cordillera. Por otro lado, el mayor foco, que afectó al mismo cerro, no cobró vidas, pero sí dejó al menos 15 viviendas afectadas, pudiendo alcanzar hasta 40, según indicó la ministra Tohá.

Estos incendios se suman a los devastadores acontecimientos del mes pasado, cuando incendios forestales arrasaron la región tras iniciarse en Viña del Mar, ciudad turística ubicada al noroeste de Santiago. El presidente Gabriel Boric ha calificado estos incendios como el peor desastre ocurrido en Chile desde el catastrófico terremoto de 2010.

Las autoridades continúan investigando las causas de estos incendios y desplegando esfuerzos para contener y mitigar los daños, mientras la población se mantiene en alerta ante esta situación de emergencia.