El presidente del comité, Amro Musa, señaló en conferencia de prensa que sus 50 miembros acordaron por unanimidad el texto final, que deberá ser sometido a una votación, artículo por artículo, antes de ser entregado al presidente interino del país, Adly Monsour, "el martes como máximo".

Posteriormente, según el cronograma anunciado por el Ejército tras deponer al ex presidente Mohamed Mursi el 3 de julio pasado, será convocado un referendo popular para su aprobación, que dará paso a las elecciones parlamentarias y a las presidenciales.

El texto contiene 42 artículos nuevos que no aparecían en las anteriores constituciones y suaviza el color islamista de la carta magna aprobada bajo la Presidencia de Mursi en 2012 y suspendida por los militares.

Musa defendió ante los periodistas algunos polémicos artículos, como el que otorga a las Fuerzas Armadas la prerrogativa para designar al ministro de Defensa los próximos ocho años.

"Hay algunos artículos de transición sobre el papel del Ejército. No podemos negar su importante rol y las serias amenazas a las que hace frente. Todos los días escuchamos que miembros suyos son asesinados", señaló Musa, citado por la agencia de noticias EFE.

Al mismo tiempo argumentó favorablemente sobre el punto que permite los juicios militares a civiles, uno de los asuntos más cuestionados por las organizaciones de derechos humanos y los grupos revolucionarios.

"Hay algunos casos especiales de agresiones directas contra instalaciones militares, soldados u oficiales", justificó el ex candidato presidencial y antiguo secretario general de la Liga Arabe.

Uno de los principales logros islamistas en la anterior constitución, el artículo que definía los principios de la sharía (ley islámica) -los cuales constituyen la fuente principal de la legislación- fue suprimido, y en esta ocasión se deja su interpretación en manos del Tribunal Constitucional.

Pese a ello, Musa señaló que varias de las propuestas del único grupo islamista presente en el comité, el partido salafista Al Nur, fueron tomadas en cuenta en la redacción final del texto.

Otro punto controvertido es la conversión del Parlamento en unicameral, al suprimir la Cámara Alta o Shura, aunque Musa aclaró que será responsabilidad de los legisladores decidir si esta desaparece finalmente o se recupera.