El gobierno norcoreano declaró "completamente nulo" el alto el fuego acordado hace seis décadas con Corea del Sur para poner fin a la guerra entre ambos países, según Rodong Sinmun, el diario estatal de Pyongyang.

Horas después de que se iniciara el ejercicio militar anual Key Resolve, en el que participan 10.000 soldados surcoreanos y 3.500 efectivos estadounidenses, el diario subrayó que "nadie puede predecir lo que sucederá" en la península coreana.

El cese del fuego queda invalidado "desde hoy", agregó Rodong Sinmun tras señalar que tanto los ciudadanos como el Ejército y los misiles de su país están listos para entrar en guerra de forma inminente. "Ahora es el momento de la batalla final", destacó.

En cambio, Corea del Sur no le dio tanta importancia a la anulación del armisticio por parte de su vecino del norte, medida anunciada la semana pasada como respuesta a las sanciones del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas ONU por su tercera prueba nuclear.

"No es la primera vez que anuncian una ruptura del alto el fuego de 1953, por lo que en principio no hay motivos para preocuparse", comentó en Seúl el veterano analista político Shim Jae-hoon.

El alto el fuego "se mantendrá vigente hasta que sea sustituido expresamente por enmiendas y adiciones aceptables para ambas partes" o por un acuerdo de paz definitivo, según el texto firmado el 27 de julio de 1953 por China y Corea del Norte, por un lado, y por Estados Unidos y la ONU, por el otro.

Según el viceministro de Reunificación surcoreano, Kim Chung Sig, legalmente es imposible que una de las partes pueda romper unilateralmente el acuerdo, cuya vigencia se mantuvo incluso después del bombardeo del Norte a la isla surcoreana de Yeonpyeong en el 2010 y varios enfrentamientos navales anteriores que dejaron heridos y muertos.

No obstante, la tensión acumulada tras varios días declaraciones norcoreanas despertó en Seúl el temor a un ataque, por lo que "el Ejército vigila de cerca cualquier movimiento de Corea del Norte", indicó un vocero del Ministerio de Defensa. "Corea del Norte también realiza en estos momentos un ejercicio militar a gran escala en todo el país", agregó.

Por su parte, el Ministerio de Unificación, encargado de las relaciones con el Norte, anunció hoy que el gobierno de Kim Jong-un también concretó el anuncio hecho hace unos días de desconectar la línea de comunicación en la fronteriza Panmunjom -la llamada "aldea de la tregua"-, única vía de contacto entre ambos vecinos.

El flamante ministro de Unificación, Ryoo Kihl-jae, quien participó en la primera reunión del recién estrenado gabinete de la presidenta Park Geun-hye, manifestó su esperanza de que "a pesar de la difícil situación", ambas Coreas puedan reorientar sus relaciones hacia "un proceso de construcción de confianza".

Las maniobras militares estadounidenses, que Corea del Norte considera "ensayos de invasión", junto con la resolución 2094 del Consejo de Seguridad de la ONU, fueron el detonante de una fuerte campaña de acusaciones y reclamos por parte del gobierno de Pyongyang.

La resolución 2094 impone nuevas sanciones económicas a Corea del Norte e implica un aumento de la vigilancia sobre sus actividades comerciales por la prueba nuclear del pasado 12 de febrero, la tercera y la más potente de Corea del Norte después de las realizadas en 2006 y 2009.

Paralelamente, la ONU acusó hoy a Corea del Norte de violar de forma sistemática los derechos humanos básicos de la población, según un informe elaborado por el relator especial del organismo internacional para Corea del Norte, Marzuki Darusma. El texto concluye que las violaciones de las leyes fundamentales en el país asiático son innumerables y que las padecen la gran mayoría de la población.

Entre otras, mencionó graves irregularidades en el suministro de alimentos por parte del Estado, lo que está causando altos niveles de desnutrición, y la aplicación de torturas y malos tratos a los presos políticos.