Organizaciones opositoras en Haití anunciaron que el jueves, sábado y domingo próximos realizarán nuevas protestas en las calles de Puerto Príncipe para exigir la renuncia del presidente Michel Martelly, en medio de una crisis en la que no pudo asumir el nuevo primer ministro, Evans Paul, ni ponerse en marcha un acuerdo de los tres poderes para realizar las postergadas elecciones municipales y legislativas.

Las protestas continuarán a pesar de que el anterior primer ministro, Laurent Lamothe, renunció por recomendación de una comisión consultiva presidencial, algo que los opositores exigían en las calles casi a diario durante los últimos meses, igual que la dimisión de Martelly y la convocatoria a elecciones.

La crisis política en el país impidió la realización de las elecciones legislativas y municipales en los últimos años, la última vez el 26 de octubre pasado, entre otras cosas por las fuertes diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo.

A pesar de haberse firmado el 29 de diciembre último un pacto vigente hasta el lunes próximo, por el que se establecía la asunción del nuevo primer ministro, la aprobación de una ley electoral y la prolongación de los mandatos de los diputados hasta el 24 de abril y de los senadores hasta el 9 de septiembre, ayer fracasó la reunión de la Asamblea Nacional por falta de quórum.

De este modo se agota el tiempo para que se cumpla el acuerdo tripartito, la ratificación de la política estratégica del primer ministro designado por Martelly y la votación de la ley electoral.

Ayer tampoco pudo tomarse juramento a Paul como primer ministro, pero esta ceremonia fue aplazada, según el portavoz de la Presidencia, Lucien Jura, porque había "algunos ajustes" por hacer en lo que se refiere al gobierno de consenso de los tres poderes.

Partidos opositores como Fusión de los Socialdemócratas denunciaron ladesignación de Paul y el acuerdo tripartito alcanzado.
La presidenta de esa organización, Edmonde Supplice Beauzile, opinó que el acuerdo suscrito por los tres poderes del Estado es "un engaño" y no augura "nada bueno".

Por otro lado, el senador Jean-Baptiste Bien-Aimé criticó ayer en la radio local que Martelly tenga 452 asesores en el Palacio Nacional, así como la forma en que nombró a Paul como nuevo primer ministro.