Miles de trabajadores y estudiantes del sector de la salud salieron a las calles de diversas ciudades de Colombia para protestar, por segunda semana consecutiva, contra la reforma de salud que se tramita en el Congreso. Alejandro Pedraza, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), afirmó que el objeto de esta nueva reforma es "garantizar el negocio de unos cuantos emporios y abrir el terreno a las multinacionales de la salud y aseguradoras en el marco de los Tratados de Libre Comercio".

"El punto más importante de la marcha es decirle al gobierno que la salud no es un negocio, sino que tiene que ser un derecho, algo equitativo", dijo Sebastián Ruano, estudiante de la Universidad Militar. Aclaró también que en las últimas dos décadas "la salud decayó mucho en Colombia".

Los manifestantes mostraron el rechazo del sector con puntos de la reforma como el modelo de contratación de los profesionales, el papel de las futuras gestionadoras de los recursos de la salud y la continuidad de la intermediación financiera. Otro de los asistentes a la marcha explicó que la reforma "está blindando a las Empresas Promotoras de Salud (EPS), que ahora se van a llamar gestionadoras de salud para que todo el dinero que se puedan ahorrar quede para ellas".

Más allá de Bogotá, la protesta se extendió a diversas ciudades del país como Medellín, Cali y Pereira. En Medellín, unos 4.000 manifestantes se congregaron en el céntrico Parque de Botero contra la reforma promovida por el Ministerio de Salud, encabezado por Alejandro Gaviria. En Cali, 3.000 personas participaron en la marcha, mientras que en Pereira fueron un millar de manifestantes aproximadamente los que secundaron la protesta nacional.