El Producto Bruto Interno (PIB) de China creció el año pasado un 7,4 por ciento, la tasa más baja desde 1990, ocasión en la que fue sangrientamente reprimido un movimiento anticomunista y se impusieron sanciones económicas al gigante asiático. La oficina de estadística de China informó que la segunda mayor economía del mundo creció en el cuarto trimestre, al igual en el anterior, sólo un 7,3 por ciento en comparación al mismo período de 2013.

De esta manera, el objetivo del gobierno en Beijing, que aspiraba a 7,5 por ciento para todo el año, no se cumplió por primera vez desde fines de los 90. En 2012 y 2013 se logró crecer 7,7 por ciento cada año. El crecimiento de la producción industrial bajó el año pasado al 8,3 por ciento, luego de que el año anterior alcanzara el 9,7 por ciento. Las inversiones fijas también cayeron y crecieron sólo un 15,7 por ciento en comparación al año anterior.