Cuando faltan seis meses para que finalice su mandato, el primer ministro británico, David Cameron , anunció una batería de propuestas para acotar la inmigración europea. En un encendido discurso, propuso dar a ciudadanos de la Unión Europea (UE) un plazo límite de seis meses para encontrar trabajo y si no lo logran deberán abandonar el país.

"Sin duda, aplicar este paquete de medidas en su conjunto necesitará cambios en los tratados", dijo Cameron tras anunciar también que los europeos tendrán que haber trabajado al menos cuatro años para tener derecho a ayudas sociales. Además, los inmigrantes no podrán cobrar subsidios británicos si ya regresaron a sus países.

En su discurso, pronunciado en una fábrica en las afueras de Londres, el primer ministro dijo que no descartaba "nada" si sus socios no atienden sus demandas y deslizó que podría buscar la salida de Gran Bretaña de la UE en el referéndum que pretende celebrar sobre este tema en 2017, si gana las elecciones.

"Si hacen oídos sordos a nuestras inquietudes y no podemos encarrilar nuestra relación con la UE, por supuesto que no descarto nada", aseguró el premier.

Cameron presentó estas medidas en un discurso al día siguiente de que quedase claro que no podrá cumplir su promesa electoral de controlar la inmigración en su primer mandato, que concluye en mayo, algo que contribuyó al ascenso del euroescéptico Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP).

La Oficina Británica de Estadística publicó ayer que la inmigración neta aumentó un 43% en Gran Bretaña. Cameron, que asumió en 2010, había prometido un descenso de la inmigración.

Luego del discurso de Cameron, la vocera de la Comisión Europea (CE) Margaritis Schinias, dijo que la UE está dispuesta a discutir las propuestas de Cameron "tranquila y cuidadosamente". "Son ideas de Gran Bretaña y forman parte del debate, tendrían que ser examinadas sin dramatismos, tranquila y cuidadosamente", explicó a la prensa.