Quince policías y dos manifestantes fueron heridos en la segunda noche de enfrentamientos entre protestantes y católicos en el norte de Belfast, capital de Irlanda del Norte.

Se suman así a los 47 efectivos que debieron ser hospitalizados en los disturbios que comenzaron el domingo, cuando una banda de música católica, simpatizante del partido Sinn Fein, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), atravesó el barrio protestante de Carlisle Circus.

De acuerdo a la información oficial, unos 350 probritánicos los estaban esperando y empezó una batalla campal con bombas incendiarias, piedras y botellas.

La Policía Nordirlandesa (PSNI) quedó atrapada entre las dos líneas de fuego y pese a utilizar cuatro camiones hidrantes y balas de goma no pudo frenar la violencia que en dos noches dejó más de 60 agentes heridos.

Terry Spence, titular de la federación que representa a los policías, sostuvo que los manifestantes “intentaron asesinar” a los miembros de las fuerzas de seguridad.

Desde el Sinn Fein explicaron que la violencia del lado protestante estuvo organizada por la Fuerza Voluntaria del Ulster y la Asociación de Defensa del Ulster, dos grupos unionistas que se suponía estaban cumpliendo un alto el fuego.

Por su parte, el ministro de Justicia norirlandés, David Ford, confirmó que hubo siete arrestos y sostuvo que “la policía va a seguir los hechos como cámaras de seguridad con vistas a realizar actuaciones judiciales”.

Las autoridades temen que la violencia vaya en aumento porque el 28 de septiembre próximo se cumplen 100 años de la firma del convenio de Ulster, en el que cerca de medio millón de protestantes mostraron su fidelidad al Imperio británico y se negaron a aceptar una reforma que le daba más poder y autonomía a Dublin.