Al menos 12 personas murieron en diversos atentados en Irak, en lo que eleva a 33 los muertos por la violencia en esta semana en el país árabe.

En medio de lo que parece una escalada de ataques insurgentes, la semana pasada el Ejército estadounidense comenzó su retirada de suelo iraquí, pese a las advertencias de algunos militares locales.

La mayor parte de los atentados de este viernes se concentraron en la provincia de Nínive, norte del país, donde la violencia costó la vida a seis soldados y un policía.

Además, un niño murió en Al Riad, cerca de Kirkuk (también norte), cuando un grupo de hombres armados abrió fuego contra un edificio de viviendas. A su vez, la policía señaló que tres combatientes de una milicia civil fueron asesinados en un control callejero en la provincia de Salaheddin.