Un avión militar canadiense que trasladó 163 personas de origen sirio que se encontraban refugiadas en Líbano, aterrizó anoche en el aeropuerto de Toronto, donde fueron recibidos en una zona especial de la estación aérea por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Es el primero de los vuelos de un puente aéreo que antes de fin de año trasladará a Canadá a 10.000 refugiados, y forma parte del compromiso que tomó Trudeau cuando prometió asentar en el país a 25.000 refugiados para finales de febrero de 2016.

Durante la campaña electoral que culminó el 19 de octubre con la victoria del Partido Liberal de Trudeau, el actual primer ministro canadiense convirtió el asentamiento de refugiados sirios en su país en uno de las principales puntos de su programa electoral. Para recibir el primer vuelo cargado con refugiados, cuya llegada se retrasó más una hora, también se encontraban presentes varios ministros del gabinete y la primera ministra de la provincia de Ontario, decenas de personas y voluntarios.

Trudeau, destacó que desde el momento que los refugiados salgan del aeropuerto de Toronto serán legalmente residentes permanentes del país y en cuatro años podrán obtener la ciudadanía canadiense. "Salen de los aviones como refugiados pero caminan desde esta terminal como residentes permanentes de Canadá", dijo.

Por su parte, el ministro de Inmigración, John McCallum, calificó el asentamiento de 25.000 sirios que escapan de la guerra civil como un "proyecto nacional" al que se volcaron con su apoyo decenas de miles de canadienses. Los primeros 10.000 refugiados sirios que llegarán a Canadá antes de que finalice 2015 serán patrocinados por individuos privados y asociaciones que tienen que reunir alrededor de 30.000 dólares canadienses (21.900 dólares estadounidenses) por cada familia de cuatro personas que llega.